martes, 3 de noviembre de 2009

Satélite para los pueblos sin luz

La huella del Simón Bolívar, que arribó a su primer año de colocación en el espacio, tiene como objetivo abarcar las zonas del país a las que no puede accederse con otra tecnología, móvil o terrestre y, en esa línea, según palabras de Franco Silva, recientemente nombrado presidente de Cantv, la intención de la telefónica con el satélite es llevar sus servicios hasta los pueblos donde hoy ni siquiera hay luz.

Para ello, están estableciendo acuerdos con la Fundación Electrónica, Fundaelec, instituto dependiente de Cadafe, con objeto de instalar plantas de electricidad en cientos de zonas en lugares remotos y así llevar las bondades satelitales y servicios de telecomunicaciones básicas.

Pero, a pesar de que el camino sigue siendo estrecho, el empuje que privados y públicos están promoviendo al desarrollo de los servicios por lo menos básicos de telecom en muchas comunidades ha comenzado a tener sus resultados.

Para muestra, el punto de acceso instalado en Los Nevados en el estado Mérida recientemente y conectado al Simón Bolívar, proyecto que se convirtió en prácticamente la joya más preciada de los menos de dos mil habitantes del poblado ubicado más cerca del Pico Humboldt que de la ciudad de Mérida en el estado Andino, gracias a los fondos del Servicio Universal (dinero que aportan las empresas de telecomunicaciones privadas) y al cumplimiento de la asignación otorgada a Movistar en el año 2006.

Y es que aún cuando la brecha sigue siendo abismal entre las zonas urbanas y las rurales, el despliegue de varios proyectos tecnológicos y de desarrollo, tanto públicos como privados con tecnologías inalámbricas, si realmente se llevan a cabo, podría disminuir considerablemente la desigualdad en un país que consume por encima del promedio regional la tecnología que tiene a su alcance.


7 MESES DE ACTIVIDADES
Los primeros 365 días de órbita del satélite Simón Bolívar, la joya tecnológica venezolana puesta en el espacio gracias a China, han sido de gran intensidad, no tanto por la operación del gran aparato, que realmente tiene unos siete meses en funcionamiento, sino por todo el revuelo que ha generado en el país.

En ese tiempo, el Venesat-1 ha logrado discernir su huella en más de mil 560 localidades de Venezuela, con mayor presencia en escuelas que ahora cuentan con acceso a Internet y otros beneficios, pero también, en ese tiempo, la expansión ha sufrido una serie de retrasos, impulsada por la burocracia y el retardo en la importación del equipamiento para aumentar la disponibilidad a lo largo de las grandes necesidades que tiene el país en acceso a las telecomunicaciones en miles de zonas, sobre todo las más lejanas.

Y es que el freno en la entrega de dólares también ha afectado a los propios órganos del Estado, entre ellos la Cantv y su responsabilidad con el desarrollo del Venesat-1, por lo que la meta de llegar a tres mil 500 antenas instaladas en 2009 no podrá cumplirse, pero intentarán superar el 50% de las instalaciones.

No obstante, la meta son 15 mil puntos de conexión en los próximos cinco años en todo el país, tiempo en el que estiman las autoridades llegar al 100% de operación del equipo, que hoy día, según fuentes gubernamentales consultadas, alcanza sólo un 25% de su capacidad de mil 300 MHz.

Escuelas, Infocentros, zonas militares, organismos del Estado, así como algunos puntos petroleros y proyectos como Pdval y Mercal, han logrado conectarse al Simón Bolívar y beneficiarse de los servicios satelitales, además de algunos canales públicos y medios de comunicación. Para los próximos meses, estiman comenzar a desarrollar proyectos en telemedicina y teleeducación.