Ningún titular de prensa, ningún argumento de los dirigentes políticos de la oposición, ha reconocido la relevancia de la iniciativa. En un año, han surgido comentarios muy alegres en detrimento del satélite, los más infames llegaron al punto de desestimar su creación. “Cómo es posible que hable de tele educación, será que pondrán un pupitre en el espacio” llegó a decir el alcalde mayor Antonio Ledezma. Comentario, que evidenció la ignorancia de la dirigencia, catalogada de opositora, sobre temas trascendentes para el futuro telemático del país.
Este tipo de comentarios, y la apuesta interesada de algunos medios de comunicación por el fracaso del Satélite Simón Bolívar, demuestra lo lejos que estamos en Venezuela de tener proyectos de país. Que trasciendan a una revolución, que trasciendan a un líder. Poca madurez política, poco apego a un plan a largo plazo y total desestima por proyectos que seguramente serán un legado de la administración del Presidente Chávez.
Pero, ¿cómo asegurar que los proyectos de interés nacional continúen, más allá de sus promotores?. La ausencia de un discurso constructivo que reconozca los aciertos del Presidente Chávez, aleja cualquier respuesta y fortalece al Gobierno.
Mientras los detractores del Simón Bolívar hablan de un satélite dañado, la Cantv anunció que 15 mil localidades de todo el país estarán interconectadas por el aparato y el ministro Jesse Chacón anuncia la creación de antenas hechas con nuevas técnicas de cálculo matemático, que permitió la adecuación a las condiciones ambientales de nuestro país. Un avance, que el Gobierno quiere ofertar no sólo a la Cantv sino a todos los operadores de televisión por suscripción satelital (Direc TV y Movistar)
http://hormigaanalitica.blogspot.com/2009/11/el-venesat-1-un-legado-para-construir.html