La puesta en órbita del satélite artificial bautizado con el nombre de Simón Bolívar por Venezuela y apoyado por las más modernas tecnologías chinas coloca a la tierra venezolana a la vanguardia de los países más avanzados en materia de telecomunicaciones. Hasta el día de su lanzamiento, Venezuela estaba casi ignorada en materia de tecnología espacial. Hoy sabemos que una nave está en el espacio extraterrestres llevando el nombre de un país ejemplar pujante, progresista y lleno de inmensas perspectivas. La brújula política del presidente Hugo Chávez Frías ha dado un giro de 360 grados para llevar la imagen de Venezuela hacia toda la América Latina y el área del Caribe, amén de otros países que reciben los beneficios de esta señal. Sabemos que cualquier falla técnica es posible con la puesta en órbita de este satélite.
Había transcurrido más de medio siglo desde la odisea espacial rusa para que Venezuela empezara en firme a sembrar el petróleo” (Pietri Arturo, Diario Ahora, Caracas, 1942) y saliera de aquel estado de tinieblas en materia de tecnología espacial. Lo más trascendental de este lanzamiento es que muchos venezolanos con agudo talento científico y tecnológico se capacitaron al más elevado nivel de siempre pensando en el futuro que aguarda a nuestra nación en los próximos años por encima de todas las vicisitudes y barreras que puedan surgir en el camino. Pero la constancia, la fe, el optimismo y la esperanza en Dios con hombres valientes “Superarán este momento amargo y gris” (Allende Salvador, septiembre 11, 1973, Santiago de Chile), para marchar hacia el concierto de las naciones más desarrolladas. El esfuerzo no será fácil, se requerirá librar duras batallas en los campos ideológicos y políticos y otras áreas.
Con el satélite Simón Bolívar”, se empieza a construir un mundo sin distancias aprovechando la moderna tecnología de punta de la nación china que tendió la mano a Venezuela para que apuntará la mirada hacia los espacios infinitos.
Los pueblos y comunidades enteras situadas al Sur del Orinoco han sido los primeros en recibir el impacto que brindará este sofisticado equipo de comunicación con señales de telefonía, televisión educativa, Internet, radiodifusión, transmisión de data, telemedicina, y otros. Un mundo sin distancias para combatir el analfabetismo, la incomunicación, el analfabetismo tecnológico, e infinidad de usos que ofertará este satélite que hasta los más escépticos han aplaudido y aceptado como augurio de que Venezuela cabalga sobre los lomos de la historia a paso de vencedores en materia de telecomunicaciones en un momento de gran trascendencia social, económica y política.
Escrito por Pedro Quijada Marco
Licenciado en Educación, Mención Desarrollo Cultural
Cronista e investigador de historia regional
Cursante de estudios jurídicos de la Universidad Bolivariana de Venezuela – Upata